miércoles, 6 de diciembre de 2017

Cuba reemplazaría la RD como la primera potencia turística del Caribe

En los albores de la década de los 70 la RD se proyectaba en el mercado turístico internacional como ¨el secreto mejor guardado del Caribe¨.  En el 1990 Cuba, al ser prácticamente desconocida en ese mercado, ¨usurpó¨ de  hecho ese intrigante título al lanzarse al ruedo turístico para compensar por la cancelación de la enorme ¨ayuda¨ soviética.


 Hoy día la RD es el mayor destino de la región, tanto en términos del volumen de visitantes extranjeros como de los ingresos de divisas percibidos.  Sin embargo, hay señales de que Cuba podría volver a reemplazarnos.
En los años cincuenta Cuba era la meca turística regional donde se solazaban los barones de la mafia estadounidense, actores de Hollywood y muchos norteamericanos que querían escapar de los fríos inviernos.  (Hasta el famoso escritor Hemingway la hizo su hogar por un tiempo durante las décadas de los 40 y 50.)
Pero la revolución de 1959 y su fervoroso abrazo de la ideología comunista la hicieron abjurar del turismo, al considerar los castristas que el servicio turístico era un servilismo hacia el imperialismo.  Ese intransigente dogma prevaleció hasta que la caída del Muro de Berlín cambió todo el panorama geopolítico e ideológico.
Con un territorio que más que duplica el nuestro, Cuba también está reconocida como la isla de mayor biodiversidad de la cuenca del Caribe. En vez de ser solo una isla califica más como archipiélago porque tiene 4,295 islas, cayos y cayuelos, de los cuales unas mil son islas.
Aunque no existe el dato, es dable suponer que triplica nuestros 432 kilómetros de playa ya que cuenta con 5,746 kilómetros de litoral (frente a los 1,575 nuestros).  Con 211 áreas protegidas y un 20% de su territorio bajo protección, Cuba es, según el World Wildlife Fund, el único país del planeta con desarrollo sostenible.
VARADERO
La más conocida meca turística de Cuba es la playa de Varadero, situada a 140 kilómetros de La Habana.  Fue en los años 20 que los ricos cubanos y estadounidenses comenzaron a edificar lujosas mansiones en esa playa, haciendo del sitio una especie de Casa de Campo.  Su playa tiene 21 kilómetros de largo y su arena es blanca.  Puesto que Varadero es también una ciudad su oferta incluye galerías de arte, cines y museos.
 Otras playas destacadas de la isla son Girón, Playa Larga, Karabelas y Playa Mayor. Pero los analistas informan que las playas de los cayos están siendo más solicitadas.
El mercado turístico internacional había acogido a Cuba con beneplácito desde que se relanzó como destino turístico en los noventa.  El volumen de visitantes crecía lenta pero inexorablemente.
 A partir de diciembre de 2014 el Presidente Obama comenzó a desmantelar el embargo estadounidense contra Cuba y el Departamento de Estado comenzó a relajar las restricciones de viaje a la isla un mes después.  Eso provocó un aumento sustancial de visitantes estadounidenses y el flujo de turistas se disparó y ha seguido creciendo vertiginosamente.  Las 4 terminales de cruceros, 7 marinas internacionales y 10 aeropuertos internacionales están operando a toda capacidad.
En el 2015 las llegadas de visitantes extranjeros de via aérea alcanzó la cifra de 3,524,779, lo que representó un aumento de 3.4% sobre el año anterior.  Ya para el 2016 esas llegadas aumentaron a 4,029,204, registrando un aumento de 14.3% (de los cuales 627,143 fueron estadounidenses y cubanoamericanos).
Para este año el Ministro de Turismo cubano anunció en Londres que cerraría con 4.7 millones de visitantes de via aérea, lo cual implica un sensacional aumento de un 17.5% sobre el 2016.  Este positivo balance refleja la bonanza que se ha materializado en toda la región del Caribe, pero Cuba más que triplicó la tasa regional de crecimiento (5.3%) para los primeros seis meses del 2017.
En materia de visitantes de cruceros el 2017 ha sido un ano espectacular.  De 172,000 cruceristas recibidos en el 2016 el volumen aumentó a medio millón –de los cuales 128,000 eran tripulantes–hasta el 15 de noviembre del presente año.  El grueso de los cruceristas se concentran en La Habana, Santiago y Cienfuegos, pero Cuba dispone de muchos puertos donde pueden atracar cruceros.  Actualmente son cuatro las compañías de cruceros que operan en la isla y solo Royal Caribbean, Norwegian y Carnival esperan llevar casi medio millón de cruceristas entre el 2017 y el 2019.  Todo esto aun cuando Cuba cobra US$20 por cada pasajero a bordo.
Pese a estos impresionantes resultados, en los últimos meses de este año se ha registrado una sensible baja del flujo turístico desde EEUU.  Las medidas restrictivas que el Presidente Trump ha reimpuesto desde el verano, unidas a los supuestos ¨ataques sónicos¨ al personal de su Embajada y la advertencia del Departamento de Estado contra los viajes de estadounidenses a Cuba,  han tenido un impacto muy negativo.
 Pero tres aerolíneas estadounidenses –American, Jet Blue y Delta—siguen volando a La Habana y las perspectivas son de que el flujo de cruceros se multiplique.
PERSPECTIVAS 2018
Para el 2018 es predecible que, frente a la hostilidad de la Administración Trump, Cuba registre una menor tasa de crecimiento del flujo de vía aérea como resultado de las restricciones a los viajes de los estadounidenses.  Mucho dependerá de la suerte que pueda acompañar a los republicanos en el Congreso de EEUU, pero ya se han visto resultados negativos en algunas elecciones congresuales que se han dado últimamente.
Una recusación del Presiente Trump –lo cual cobra cada día mayor posibilidad—o un triunfo de un candidato demócrata en el 2020 resultarían en una nueva apertura en las relaciones bilaterales. En consecuencia, Cuba puede esperar que la visitación de estadounidenses siga creciendo en el mediano plazo.
De cualquier modo, ya Cuba cuenta con un inventario impresionante de alojamiento turístico en 382 hoteles, de los cuales 88 de ellos son administrados por cadenas internacionales.  De sus 66,687 habitaciones hoteleras unas 48,000 clasifican como de 4 y 5 estrellas.  A ese inventario se les unen las ¨casas particulares¨, de las cuales hay 3,654 casas completas y 13,343 habitaciones.  Estas últimas son mercadeadas a través de sitios web tales como Airbnb, Homeaway y Livingcuba con mucha efectividad.
Pero se espera que la oferta de alojamiento crezca dramáticamente con las 100,000 habitaciones adicionales que antes del 2030 esperan añadir las autoridades al inventario.  Para el 2020 esperan ya tener 85,000.
En términos generales, las perspectivas de que Cuba siga creciendo como destino turístico son halagüeñas.  Si con las medidas trumpianas se disminuye el flujo de visitantes desde EEEUU, otros mercados llenarían el vacío.  El mayor de ellos, Canadá, envió a Cuba 1.2 millones de visitantes en el 2016 y el flujo acusa perspectivas muy positivas.
 Por otro lado, la China podría compensar cuando las hordas de turistas chinos se viertan sobre la isla.  Ya Air China vuela directo desde Beijing –aunque con una escala en Toronto—y hay indicios de que el caudal chino se aproxima cada vez más a América Latina.
 Panamá fue oficialmente aprobado como destino turístico recientemente y comenzara a recibir vuelos de Air China en marzo del 1918. Por el lado de los cruceros, la semana pasada se celebró un encuentro entre las autoridades y los representantes de 12 líneas de cruceros donde se trazaron planes para aumentar el flujo.  El país se propone mejorar su infraestructura portuaria para tal fin.
En el renglón de inversiones Cuba aprobó recientemente una nueva ley de inversión extranjera y ha preparado una identificación de oportunidades para los inversionistas interesados (file:///D:/Downloads/Rev_CFT_3_2016_Digital_Espaol%20(2).pdf ).
Todavía prevalece en estas disposiciones la preferencia por las empresas mixtas en las que el Estado retiene una parte de la propiedad de los establecimientos y operaciones hoteleras.  Pero ahora existe una actitud más abierta y la posibilidad de que la inversión sea totalmente extranjera.
Ante este panorama Cuba parece encaminarse, con o sin ¨ataques sónicos¨, a reemplazar a la RD como la primera potencia turística del Caribe insular.  Todavía el Caribe mexicano se perfila como el primer destino turístico de la región –en vista de que Cancún y Riviera Maya, en el Estado de Quintana Roo, tienen en total unas 90,000 habitaciones y Campeche, en el otro lado de la península de Yucatán, está registrando un rápido desarrollo.
 Pero la actuación deliberada del Estado cubano podría lograr un más rápido desarrollo y desplazar a la RD y el Caribe mexicano de su liderazgo actual.  Cuba dejaría entonces de ser ¨el secreto mejor guardado del Caribe¨.
Al Momento.net