Los maestros y maestras dominicanos tienen la titánica tarea de educar y formar en valores a miles de niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, administrar sus finanzas les resulta mucho más difícil.
Los días rutinarios de un docente del sector público transcurren en uno de los 11,178 planteles escolares que existen en toda la geografía, según cifras del Ministerio de Educación (Minerd). Pero cada 25, día de pago, representa para muchos una hecatombe. Esto, producto de los compromisos financieros que asumen y que son descontados directamente desde la nómina.