viernes, 24 de marzo de 2017

HACER PATRIA, NO POLITICA

Por: Isidro J. Méndez

El amor a la patria es sentimiento común denominador que une a todos los dominicanos y dominicanas. Es la más pura expresión de libertad, soberanía y administración independiente que pudiera soñar una nación. Gracias a ella se hace posible que un país elija por voluntad propia sus destinos y con ellos el sueño de vivir cada día más en tu territorio con carácter desarrollista, progresista, equitativo y con igualdad de derechos para todos sus habitantes.



Sin embargo, ¿Qué ocurre cuando la libertad de elección que la misma patria ofrece es usurpada con los intereses personales de quienes la administran desde el gobierno central? La respuesta es simple, apostamos a un deterioro progresivo del país en cuestión y aportamos a su destrucción moral y económica a corto y largo plazo.

Digo esto para referirse a lo siguiente. Una cosa es trabajar para la patria y otra cosa es trabajar para el bolsillo tuyo.

En nuestra sociedad actual existe un exagerado deseo de acumulación de riquezas, ya sea que trabajes como empleado público-privado, administrador de tu propia empresa, o trabajador independiente, todos tenemos un intrínseco anhelo de obtener riquezas, tomando en cuenta que nuestros ingresos es simplemente una mínima cifra en comparación a el hecho de administrar millones y millones de pesos día a día. Entonces, nosotros que tenemos menos, ¿Cuánto más están siendo tentados aquellos cuyas manos ven diariamente tales meteóricas cantidad de dinero?

Bien le decía al principio que consiste en trabajar por amor a la patria, y para explicarme mejor le ilustrare un caso que ocurrió en nuestra amada Quisqueya.

Años atrás en nuestro país se firmó un acuerdo de explotación minera con la empresa trasnacional Barrick Gold, cuya decisión aún cuestiono por ser una decisión apresurada. Si bien es cierto que la empresa Nacional Rosario Dominicana no estaba haciendo una buena labor en Pueblo Viejo Cotui, esa mina no podría ser entregada en manos extrajeras.

Lo que se debió hacer era crear un fondo especial para tales fines, para cuando el país tuviera la posibilidad de adquirir las maquinarias y las tecnologías necesarias. De esta manera a un plazo ya sea mediano o largo más del 80% de las ganancias netas del yacimiento de oro seria para el beneficio de la República Dominicana.

Contrario a esto nuestros gobernantes de turno prefirieron apresurarse al tiempo y de seguro con el pensamiento egoísta que ellos a su edad no iban a disfrutar de tales beneficios cuando el proyecto debía ser entregado como obsequio para las futuras generaciones dominicanas.

Bien dice mi abuela Cecilia que el bolsillo del hombre es un pozo sin fondo.

Si nuestros padres de la patria hubieran pensado de tal forma hoy no tuviéramos patria. Sin embargo ellos decidieron empantalonarse, no pensando en sus propios intereses sino en el del colectivo común y futurista, decidieron entregar sus vidas como ofrenda para que tú que estás leyendo este artículo, puedas decir que vives en un territorio libre. Y si nuestros gobernantes pensaran así este país cambiaría su visión de desarrollo.

Años después de aprobarse con la rúbrica interesada de Leonel Fernández fué creado el Ministerio de Energía y Minas, y actualmente cuenta, incluso, con un vice-ministerio de Energía Nuclear cuando nuestro país ni siquiera ha sido capaz de desarrollar la energía eólica; botella. Tal Ministerio debió ser el responsable de la investigación de la mina de Cotuí y otras, con el sentimiento PATRIOTICO de preservar el equilibrio ecológico de las zonas exploradas. Pero tristemente como dice Juan Luis Guerra, la guagua va en reversa.

Digo esto porque a fin y al cabo a quien le duele este país es a nosotros, no a unos Canadienses que ahorita se van de ahí y les importara un carajo que en 5 años los peces tengan cuatro ojos, el aire sea irrespirable y donde había un capa boscosa hoy sea convertido en un desierto.

La patria es primero. No dejemos que nuestro sentimiento patriótico se extinga, porque solo preservándolo veremos buenos frutos para nuestro tan amado país.
Gracias por leer.