domingo, 22 de julio de 2018

Cambiarle el rostro a Juan Pablo Duarte es un pecado

Por Ligia Minaya.
Esto que ha sucedido, ha sido algo que nos afecta a todos los dominicanos y supongo que también le extraña a los extranjeros. El presidente Danilo Medina lo recibió con una sonrisa porque esa imagen parecerse a la suya, fue un acuerdo con quien la hizo. Pero me parece que por aún ser un hombre correcto y muy educado no tuvo en cuenta que Juan Pablo Duarte es el caudillo, el rey de todos y que lo queremos, respetamos y nos inclinamos en su presencia. Y él también.


Si se quiere ser como Juan Pablo Duarte y otros tantos de nuestra independencia, ya no hay que libertar nuestro país porque él ya nos hizo libres, pero sí gobernar con honestidad, hacerlo todo, solucionar los problemas, la pobreza y todas las negatividades que ahora hay en este país que tanto queremos y, nuestro presidente tiene que hacerlo.
Yo creo que ahora el presidente Danilo Medina, aún viendo y escuchado todo el malestar que nos produce ese desvío del rostro de Duarte, no hará nada para solucionar su rostro. Solo tendremos que esperar que el próximo nuevo presidente (si es que ahora Danilo no se reelige) haga el cambio y todos rezaremos y aplaudiremos sobre el mismo rostro de nuestro querido Juan Pablo Duarte.
Presidente Danilo, piense en su pueblo, haga lo nuestro y al irse de la presidencia o mantenerse en ella, lo veremos con alegría y aplausos. Recuerde que Juan Pablo Duarte y todos nosotros estaremos tranquilos y sonreídos.