miércoles, 7 de septiembre de 2022

Contentamiento

 





 Por : Raul Luis Serrano

La gente de hoy, le da excesiva importancia a lo material. Muchas personas son tenidas en buena estima: por la ropa o perfume que lleva, el vehículo que maneja, la casa donde vive, la profesión u oficio que ejerce, el trabajo que tiene, entre otros. Tener buen poder adquisitivo es vital para la mayoría. Cómo sus ingresos le permiten tener un buen estilo de vida. Para eso muchos estudian la carrera de sus sueños, ejercen su profesión con satisfacción; sobre todo si es bien pagada. Muchas personas han dejado de lado la vocación, para estudiar la carrera que provea el estilo de vida que creen merecer.

Se vive en una guerra de clases porque los que tienen mucho poder adquisitivo para comprar todo lo que la publicidad muestra como bueno; se creen mejores que aquellos que apenas consiguen para vivir. Niños y adultos hacen alarde del uso de marcas, son sinónimo de buen gusto y calidad. Las empresas utilizan el marketing y la publicidad como poderosas herramientas para promover sus productos, bienes y servicios. La calidad ha sido muy bien asociada con las marcas. Realmente no tiene nada de malo desear lo bueno, la durabilidad de las cosas y su eficiencia. Sin embargo, los que no puedan adquirirlas, ¿debemos considerarlos personas inferiores, solo porque no lo puedan comprar?

Este estado de cosas ha provocado que los que se han desarrollado o crecido con carencias económicas, los que no tienen poder de compra, hagan lo posible de vivir de apariencias, personas que usan ropas prestadas, calzados, vehículos, se toman fotos en casas ajenas y la suben a sus redes sociales, insinuando un falso estilo de vida. Gente que van a solicitar empleo y presentan currículo cuyos certificados son falsos porque no tienen esas habilidades, personas que vienen de EEUU y a pesar de vivir allá modestamente quieren impresionar a los demás, mostrando un estilo de vida de mucho bienestar, pero falso.

Gente que dicen ser profesionales mostrando un anillo de graduación que muchas veces es solo de apariencia porque no hicieron la carrera. Cuánta gente no ha incurrido en delincuencia y corrupción, porque quieren llevar un estilo de vida muy por encima de sus ingresos o aparentar ser de una clase social superior. Otros son tan pobres que lo único que tienen es mucho dinero. Cuántas personas no se cansan de tener y caen en la avaricia, que es el afán o deseo desordenado de poseer muchas riquezas solo por atesorarlas sin compartirlas con nadie. Son materialistas porque solo dan un excesivo valor a las cosas materiales, como el dinero y las propiedades.

Demasiadas personas inconformes con lo que tienen, dan mucha importancia a lo que les falta. la publicidad le presenta que serán felices cuando adquieran un nuevo producto, una nueva cirugía estética, un nuevo vehículo, un nuevo celular, una nueva aventura, cuando visite un nuevo destino, cuando tengan unas mejores vacaciones, una nueva casa, una nueva carrera, maestría o doctorado, en fin, cuando se adquiera algo nuevo de mucho valor. Y resulta que muchos adquieren lo nuevo, sin embargo, esto no le da la felicidad prometida ni la satisfacción deseada. Al contrario, quedan chasqueados porque llegaron a ilusionarse para enterarse que seguían un espejismo.

¿Es este el camino correcto? ¿Las cosas materiales, el dinero, el placer y la fama dan felicidad? ¿Tener o adquirir algo nuevo, da la paz, y la felicidad anhelada?

¿Qué dice la Biblia?

Ya lo dijo nuestro Señor Jesucristo: Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Lucas 12:15 Con esta declaración, el Señor Jesús presenta que las cosas materiales ofrecen una efímera sensación de bienestar.  No ofrecen ni dan felicidad verdadera y duradera.

Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1 Timoteo 6:6-10

Este pasaje bíblico recomienda lo siguiente: 1-Es una gran ganancia la piedad acompañada de contentamiento. 2- Nada trajimos a este mundo y por mucho que logremos tener o acumular, nada nos llevaremos. 3- Con sustento y abrigo, con el pan y el techo que Dios nos da, estemos contentos. Dar más importancia no a lo que nos hace falta, sino a lo que tenemos, Los que quieren enriquecerse, los que quieren vivir de apariencias caen en tentación y lazo, y muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en la destrucción y perdición. 4- La raíz de todos los males: corrupción, sicariato y demás es el amor al dinero. La codicia o avaricia, es ambicionar más de lo que se necesita para vivir.  Un deseo desmedido de tener, poseer o disfrutar cosas materiales sin prestar atención alguna a la ley de Dios y las leyes humanas.

Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; Hebreos 13:5. Porque el que tiene a Dios lo tiene todo, por eso debemos estar contentos con lo que tenemos. Con lo que Dios te da. Sé feliz con lo que Dios te dio y si algo te hace falta, si conviene Dios te lo dará a su tiempo.

Ahora hay personas sin dinero y tienen contentamiento, mientras que otros poseen riquezas y no tienen felicidad. El contentamiento es un estado de bienestar, paz y felicidad que trasciende lo material, no depende de la cuenta de banco o ausencia de él, de la salud o enfermedad. es un don espiritual que solo lo proporciona Dios. ¿Entonces, deseas contentamiento? Pídelo a Dios. Él te dará en abundancia.

¡Dios te bendiga con mucho contentamiento!