Después de tres décadas dedicadas a la enseñanza y la formación de generaciones de estudiantes, el maestro Ángel María Pichardo, cariñosamente conocido como "El Ampi", se despide del sistema educativo con un profundo sentimiento de gratitud y satisfacción por la labor cumplida.
En un emotivo mensaje, Pichardo expresó su agradecimiento a Dios, a su madre Mercedes Paredes (EPD) y a todos aquellos que lo acompañaron a lo largo de su trayectoria en el magisterio. Destacó el apoyo de figuras clave que marcaron su camino, como Julio Nolasco (EPD), Adalberto García (EPD) y su mentor y guía Juan Alberto Duarte (EPD), quienes dejaron una huella imborrable en su desarrollo profesional y personal.
Asimismo, extendió su gratitud a su prima Jackeline Pichardo, a los maestros del Liceo de Las Taranas y del Liceo de Sabana Grande, así como a su amiga Ana Mercedes Santana. También recordó a Hipólito Gil (EPD) y reconoció el respaldo de María Ybelice Burgos, su compadre Ernesto Martínez y Carmen Luly Rojas, quienes fueron parte fundamental de su camino en la docencia.
Un agradecimiento especial fue dirigido a sus colegas y amigos del Politécnico María Paulino Vda. Pérez, quienes compartieron con él la misión de educar y formar con compromiso y pasión.
Con un mensaje lleno de emoción y nostalgia, Ángel María Pichardo concluyó su despedida con un contundente "Misión cumplida", reflejando la satisfacción de haber dedicado su vida al servicio de la educación en la República Dominicana.
Hoy, tras 30 años de entrega, dedicación y amor por la enseñanza, "El Ami" cierra un capítulo en su vida, dejando un legado imborrable en la comunidad educativa. ¡Felicidades y bendiciones en esta nueva etapa!