El exabrupto del alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, al retirar por la fuerza a niños y personas sin hogar de un parque público rumbo a la frontera, incomodó a muchos. No estuvo bien lo que hizo, pero puso frente a nuestras narices una problemática que hemos decidido ignorar: niños —en su mayoría de origen haitiano— abandonados, en situación de calle, algunos con armas blancas, viviendo en espacios públicos sin que ninguna autoridad haga nada real al respecto.(Seguir leyendo…)